El miércoles 5 de marzo dimos inicio al año escolar 2025, fecha que coincidió con el miércoles de ceniza, inicio del tiempo de Cuaresma. Son cuarenta días, a ejemplo de los que Jesús pasó en el desierto, en los que la Iglesia invita a los cristianos a la conversión. Es la preparación para vivir la Semana Santa, el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.
Durante la Cuaresma, los creyentes están llamados a intensificar su vida de oración, a practicar el ayuno y la abstinencia, a ser más generosos con las necesidades del prójimo. En relación al tiempo de Cuaresma, San Agustín afirma en el sermón 206: «también en las restantes épocas del año debe entregarse el cristiano con ardor a la oración, al ayuno y a la limosna; pero esta solemnidad debe estimular incluso a quienes de ordinario son perezosos al respecto; y aquellos que ya se aplican con esmero a tales ocupaciones deben realizarlas ahora con mayor intensidad».
Las cenizas de la ceremonia de hoy se obtienen quemando los restos de las palmas bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior. Estas son rociadas con agua bendita y luego aromatizadas con incienso.
Durante la celebración de la eucarística, las cenizas fueron impuestas en la frente de nuestros estudiantes de ambos ciclos, al tiempo que se pronunció la frase «conviértete y cree en el Evangelio» (Mc 1, 15).