Con el objetivo de alegrar en parte las tediosas horas, días, semanas e incluso meses que algunos niños y niñas pasan hospitalizados en nuestro recinto, una decena de escolares del Colegio San Agustín de Concepción decidió visitar Cirugía Infantil y Pediatría, áreas del 5to piso del Monoblock HGGB donde regalaron música, bailes y magia a los pacientes allí internados.
‘Navidad Compartida’ es como denominan esta intervención que realizan, año tras año, con alumnos de octavo básico, pero que, por primera vez, trajeron a un recinto de salud. Mauricio Silva, presidente de los apoderados del 8vo. B de ese establecimiento, dijo que tenían pensado hacer la actividad en un hogar de ancianos, “pero creímos que era mejor mantener la magia de la Navidad y venir a un hospital a ver a niños que están pasando por un momento difícil y quisimos entregar esta instancia de alegría, pasando 15 minutos por sala, y dejarles también un recuerdo”, detalló.
El recuerdo consistió en libros para colorear más un set de caja de lápices. “Sabemos que muchos de sus padres se deben retirar y en ese momento, cuando quedan solos, pueden seguir manteniendo su mente ocupada y distraerse del estado que los aqueja”, agregó Silva.
Florencia Ávila bailó con sus compañeras y su carisma arrancó muchas sonrisas entre los más pequeños. Dice que no descarta estudiar Medicina y convertirse en Pediatra. Tiene dos hermanas más chicas y empatizó en su jerga: “es heavy verlos hospitalizados así que tratamos de sacarles una sonrisita para que se sientan mejor”.
El “payasito sin nombre”, confiesa que le gusta que los propios niños le pongan sobrenombres como Torpe o Divertido. Dijo que en su rol de repartidor de libros, le llenó el corazón visitar el hospital. Su verdadero nombre es Joaquín Pavez. “Siento que puedo ayudar a ser feliz a los niños y es lo que he logrado cuando he pasado por cada sala”. Y así fue.
La madre de Maicol, de sólo cinco años, Graciela Chamorro lo disfrutó tanto como su pequeño, aplaudiendo y sonriendo durante toda la función. “Es algo hermoso lo que hicieron porque los niños están todo el día aburridos, aunque se pueden levantar a caminar, pero esto les alegra el día y los hace sonreír. No todos los días se ve esto y les ayuda a tener más ánimo y salir de esta situación de enfermedad”.
La coordinación de esta divertida actividad navideña la realizó la enfermera supervisora de Pediatría, Paulina Ramírez en colaboración con sus colegas de Cirugía Infantil.